Hay un problema entre la humanidad, y muchos lo reconocen, pero no saben qué es exactamente, y muchos tratan de superarlo, pero no pueden. Este tema se llama “pecado generacional”.
Este tema se llama “pecado generacional”. Esto se ve en que los padres tienen pecados habituales, y luego los hijos siguen en el mismo pecado, o sufren mucho debido a ello. En el video del testimonio del Evangelista Jacob Giesbrecht nos dice: Mi papá era un borracho, eso es hasta que Jesús lo salvó. Mis padres se separaron (hablado el Evangelista Jacob), fue un gran desastre en nuestra familia. Odiaba lo que mi padre le hacía a la familia y siendo niño decidí que nunca sería como mi padre. Pero a medida que llegué a la adolescencia, descubrí que no podía resistir ser como mi padre. Al principio lo odiaba, pero luego comencé a abrazar e incluso a promover ese estilo de vida. Estuve así durante unos diez años, y estaba tan vacío y me trajo tanta culpa, pero no tenía idea de cómo escapar de ello. Recibí al Señor Jesús como mi Salvador, y él me libró de ese pecado. No sabía qué era, pero sabía que era más fuerte que yo.
Dios en las Escrituras habla de esto. Números 14:18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
Hay muchos versículos donde Dios habla de los pecados de un individuo, incluso de las consecuencias del pecado pasando a la siguiente generación, y dice que lo hará hasta la tercera o cuarta generación. Esto hace que parezca que Dios es malvado, pero ese no es el caso. Este es solo un lado de la historia.
¿Cuál es la lección? Dios quiere que tomemos en serio el pecado, sabiendo que no solo nos afectará a nosotros, sino también a nuestra descendencia. A menudo nos enfocamos en aquellos que son víctimas de este pecado generacional, pero debemos considerar principalmente a quienes podrían estar causándolo, nosotros mismos.
Otro aspecto que debe ser considerado antes de buscar condenar a Dios o enfocarnos en la injusticia de este tema, es el otro lado de esta historia. Deuteronomio 7:9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; El pecado puede llegar a las próximas generaciones, hasta la cuarta generación, pero el amor inquebrantable de Dios alcanza hasta mil generaciones. Hay muchas más personas que experimentan el bien como fruto de sus antepasados, que aquellas que experimentan el mal.
Dios también dice que no condenará a una persona por el pecado de sus padres. Deuteronomio 24:16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
“Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que pecaré, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”
Puede que seas una persona que está sufriendo un pecado generacional y no eres capaz de liberarte de él. ¿Cuál es la respuesta?
Hay algunas cosas que son esenciales para ser liberado y luego mantenerse libre de tal pecado.
1. La Salvación
Este pecado generacional no es solo fuerte porque el pecado mismo es muy fuerte, sino porque está ligado a las personas por un pacto. Es el pacto que es inquebrantable. Todo lo que Dios hace con las personas, juzgar, salvar y bendecir, etc. está dentro de los límites de un pacto. No podemos liberarnos del pecado generacional porque no se nos pasó como una simple práctica, sino que se nos pasó en un pacto. Estamos obligados a él, a menos que se rompa el pacto.
Dios envió a Jesús para romper todos los pactos que nos atan al pecado, ya sean hechos por Él, como el pacto generacional, o por nosotros, y luego hace uno nuevo que nos ata a Dios eternamente. A menos que nos arrepintamos, pongamos nuestra fe en Jesús como nuestra única esperanza y salvación, lo recibamos en nuestra vida, no romperemos este pacto. Isaías 28 explica esto.
¿Por qué el contenido negativo en el pasaje? Porque es nuestra misma persona, nuestra naturaleza pecaminosa a la que tiene que oponerse para que rompa el pecado habitual en nosotros, y nos libere y luego nos coloque en un nuevo pacto. Muchas personas quieren a Dios, pero no están dispuestas a permitirle que se oponga a su propio pecado que está dentro de ellos. Es humillante, pero debe suceder para que seamos liberados.
2. La Confesión
Después de haber recibido al Señor Jesús como mi Salvador, Él reveló una serie de problemas pecaminosos en los que había cometido grandes pecados contra Él. Podría haberlos excusado por el pacto generacional bajo el cual estaba, pero eso no me hubiera permitido estar libre de ellos. Tuve que confesar, y luego pedir perdón a algunas personas por estos pecados que había cometido contra ellos.
Debemos confesar y luego abandonar tales pecados. Esto no significa que tenemos que confesar todos los pecados que hemos cometido, individualmente, no podemos hacer eso, pero hay pecados que nos impiden ser libres porque nos han atado bajo un pacto de pecado, y todavía tienen fortaleza. En nuestra mente y espíritu.
3. El Crecimiento
Por último, debemos seguir creciendo en el Señor, espiritualmente.
Isaías 28, versículos 9-13, cubre esto. Debemos, paso a paso, construir una vida con el Señor en justicia.
Espero que sean liberados de este pecado generacional.
Si tiene más preguntas en relación con la Biblia, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
Intentaremos ser una ayuda para usted de cualquier manera que podamos. Este tema se llama “pecado generacional”.